domingo, 8 de febrero de 2009

Música indeterminada o ¿cómo suena un gong debajo del agua?

John Cage cocinando

Imagínense entrar en una sala de conciertos y ver al fondo, sobre el escenario, a uno de los mejores pianistas del momento; digamos David Tudor, por ejemplo. Está sentado frente al piano y los asistentes se van acomodando en sus asientos. El concierto va a comenzar. Las luces del teatro se atenúan lentamente y David Tudor coloca las manos sobre el teclado sin llegar a tocarlo. Entoces toma un reloj del bolsillo de su chaqueta y lo coloca sobre el piano. Pero del piano no sale un solo sonido. Sus dedos se mueven sobre el teclado sin llegar a tocarlo. No tiene intención de tocar las teclas porque en la partitura hay sólo silencios.
En el público alguien carraspea, una mujer suelta una risita nerviosa, una niña ríe divertida, un hombre mayor suspira con mala cara, alguien cuchichea... David Tudor sigue tocando su música sin tocar el piano.
La pieza tiene por título 4'33 -cuatro minutos y treinta y tres segundos- compuesta por John Cage. Pero no era David Tudor quien realmente interpretaba la pieza sino la persona que carraspeó entre el público, la mujer que rió nerviosa, la niña que rió divertida, el hombre que suspiró con mala cara y cualquiera que fuera quien se puso a cuchichear. Cage llamó a este tipo de composición "música no-intencional".

Si quiere saber la verdad, la música que prefiero, aun más que la mía o cualquier otra compuesta por alguien, es la que escuchamos cuando nos quedamos callados.

David Tudor y John Cage en Japón

Abrimos nuestros ojos y oídos cada día para contemplar la vida en toda su hermosura.

Desde los años cincuenta a esta parte, predominantemente en los Estados Unidos, la música aleatoria (chance music o aleatory music) ha ensayado nuevas formas de entender el sonido musical.


un gato negro y John Cage

No tengo nada que decir y lo estoy diciendo, y esto es poesía.

La improvisación de sonidos extraídos de lo cotidiano y elevados al nivel de obras de arte. El artista se convierte en filósofo para revolucionar el concepto estético. Hay tonalidades románticas en esta forma de entender el arte: mistificación del objeto, fetichización de las cosas. La naturaleza es vista como la divinidad maternal que todo lo engendra, incluído el arte, y el artista ha de mostrar esa obra a los demás como un chamán o bardo que guía a su público hacia una transformación de la percepción. Se trata de acostumbrar el oído a escuchar la vida como arte y aprender así a disfrutar plenamente cada instante. Disfruta aquí de una actuación de John Cage.

El arte no es algo que haga una sola persona, sino un proceso puesto en movimiento por muchos.


3 comentarios:

  1. "Si la palabra música es considerada sagrada y reservada para los instrumentos del siglo 18 y 19, podemos sustituirla por otro término más significativo: organizador de sonido." (J. Cage)

    Si suena, me uno.
    De nuevo un tanto dadá ¿no?

    Si puedes habla con Charlie Parker, que trató de entenderlo y no pudo, anunque lo entendiera, con lo que es música y no, él se lió con el tiempo entre las manos del tiempo, ya sabes, a hacer manitas con la excusa del saxofón.

    Me encanta

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  2. había visto tu blogsfera (o es blogosfera?) y está en mis links, de hecho...

    y me encanta. de hecho, juro que si te casi copié el formato no fue intencionado: buscaba uno más ancho y un color que combinara con doré (y que no desentonara con la taciturna medianoche de poe)

    me gusta particularmente la columna lateral...

    besotes

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